Ahora que ya conoces todo lo necesario sobre el ayuno intermitente, seguramente te haya entrado la duda de cómo combinarlo con el ejercicio o los entrenamientos de tu rutina diaria.
En este último blog sobre el ayuno, te hablaremos de cómo puedes combinar ambas cosas para lograr más fácilmente tus objetivos, sin que suponga un duelo en tus hábitos tratar de realizar el ayuno y el deporte simultáneamente.
¿Ayuno y Ejercicio son Compatibles?
Aunque suene extraño, el ayuno forma parte de nuestra naturaleza. Independientemente de que pasemos más o menos tiempo sin comer de forma voluntaria, como acto involuntario lo cierto es que pasamos más hora en ayuno de lo que pensamos (especialmente cuando dormimos), por lo que hacer ejercicio en la fase de ayuno no debe resultar alarmante.
Ahora bien, todo depende del tipo de entrenamiento que se realice.
Las personas que realizan una dieta de ayuno intermitente, normalmente buscan bajar de peso, ya que con ello se acelera el metabolismo fomentando la pérdida de grasa. Asique puede ser muy interesante combinarlo con un ejercicio de baja o media intensidad.
Por otro lado hay personas que buscan ganar masa muscular. La combinación de ayuno y entrenamientos de fuerza no son recomendables, ya que en 8h de ingesta es muy difícil consumir las calorías suficientes de una dieta hipocalórica. Podrías conseguir el efecto contrario y provocar la pérdida de potencia muscular.
En los entrenamientos de resistencia, donde se trabaje a alta intensidad o durante varias horas seguidas, tampoco es recomendable, ya que puede que el cuerpo no tenga las suficientes calorías y nutrientes y sea menos efectivo durante el ejercicio.
¿Cómo Combinarlos?
Como ya vimos en el último blog, existen diversos tipos de ayuno. El más aconsejable para quienes practican deporte a diario es el ayuno: 16/8 o 18/6.
Si el entrenamiento es de baja o media intensidad lo ideal sería realizarlo en las primeras horas de ayuno matutino, ya que el cuerpo ha descansado y utilizará como energía los niveles de grasa del cuerpo. Si por ejemplo tu última comida fue a las 20:00h, trata de realizar el ejercicio antes de las 12.00h de la mañana, que sería el momento de la primera ingesta de alimentos. Esto solo es recomendable con entrenamientos aeróbicos.
¿Qué pasa entonces si tus entrenamientos son anaeróbicos o de alta intensidad?
Lo mejor para estos tipos de entrenamientos es realizarlos después de la primera comida que rompe el ayuno. Utilizando como ejemplo el anterior, en lugar de realizar el ejercicio antes del mediodía sería conveniente practicarlo después, en torno a las 14:00h.
Aunque hay quienes rompen el ayuno un poco antes, realizan una pequeña ingesta de carbohidratos para aportar energía durante el entrenamiento, y después realizan la comida habitual. Esto también es válido si notas que necesitas comer algo antes de practicar deporte.
Importancia de las Comidas que Rompen el Ayuno
Es muy importante que después del ayuno y de relizar ejercicio, tus comidas sean lo más variables posibles y que contengan todos los nutrientes necesarios para una buena recuperación. Especialmente el consumo de carbohidratos y proteínas, ya que son los más afectados durante el ayuno simultaneo al ejercicio.
Incluye también fuentes de grasa naturales y muchos alimentos ricos en vitaminas como las frutas y verduras, que te aportarán no solo energía si no bienestar. Finalmente, evita el consumo de ultrapocesados o comidas que contengan muchas calorías y aporten un bajo nivel energético.
¡Si te animas a probar este método cuentanos tu experiencia en los comentarios o en nuestras redes sociales!